En anteriores entradas al blog se ha hablado de los ensayos necesarios para determinar el estado del hormigón armado en estructuras de edificios existentes.
En esta entrada vamos a profundizar en uno de los ensayos que no se suele efectuar generalmente, pero que bien usado permite tener información muy útil acerca de lo que ocurre en las armaduras.
Hablamos de la determinación de la velocidad de corrosión y el potencial de corrosión.
La corrosión del acero en el hormigón es un proceso
electroquímico.
Los potenciales electroquímicos que forman las pilas de
corrosión se pueden generar de dos formas:
- - Las pilas de composición se forman cuando se colocan dos metales diferentes dentro del hormigón, como, por ejemplo, las armaduras de acero y los conductos de aluminio, o cuando existen variaciones significativas en las características superficiales del acero.
- - Las pilas de concentración se forman debido a diferencias en la concentración de los iones disueltos cerca del acero, como los álcalis, cloruros o el oxígeno.
Como consecuencia, algunas porciones de la barra de acero se convierten en la parte anódica de la pila y otras en la parte catódica, creando la pila galvánica.
Las armaduras que se encuentran en el hormigón son elementos
de acero al carbono, que naturalmente pueden sufrir corrosión. Cuatro elementos son necesarios en la corrosión:
- Por un lado un elemento metálico que se oxide, el ánodo.
- Por otro lado un elemento metálico que reciba los electrodos sobrantes del metal al oxidarse (reducción) que se denomina cátodo.
- Una conexión eléctrica entre ambos y,
- Por último es necesario un electrolito que sea capaz de transportar los iones para cerrar el circuito.
Las diferencias de potencial electroquímico son el origen de
que unas regiones actúan anódicamente frente a otras que lo hacen
catódicamente. El conocimiento del potencial de electrodo permite, por tanto,
interpretar los mecanismos de la corrosión electroquímica.
Las medidas de los potenciales indican en cierto modo el
grado de pasivación del acero, pero no dan idea de la velocidad de corrosión
para cuya determinación hay que conocer, además del potencial, la resistividad
del propio hormigón.
Para conocer tanto la velocidad como el potencial de corrosión y la resistividad del hormigón, usamos el "corrosímetro", que es un aparato de medida del potencial e intensidad de corrosión. Para poder efectuar mediciones, es necesario realizar una cala en el hormigón descubriendo parte de la armadura, lo que nos permite medir la diferencia de potencial eléctrico entre el acero del armado
y un electrodo de referencia colocado sobre la superficie del hormigón.
Previamente a efectuar el ensayo es necesario determinar la posición y
diámetro de las armaduras. Esto se realiza mediante el pachómetro, que es una sonda electromagnética que se fundamenta en la medida de la reluctancia del circuito
magnético existente en un núcleo magnético en forma de U alimentado por medio
de una bobina. La parte abierta de la U la forma la masa de hormigón y si en
ésta hay algo de acero las líneas de fuerza magnéticas se cerrarán con más facilidad, con lo que mediante un avisador analógico se determina la ubicación de la barra.
Equipo de Pachómetro y Corrosímetro |
Medición con el corrosímetro |
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